Hace quinientos años, Giovanna de los Rimini fue rechazada por Nastagio de los Grivaldi. Ella creyó que él era diferente y llegó a enamorarse de él, pero cuando sufrió el dolor del desamor y el desengaño, decidió poner a Nastagio en su lugar a través de una carta que no esperaba respuesta. Sin embargo, él, movido por la curiosidad y el orgullo, comenzó una correspondencia secreta que dio lugar a dolor y amor a partes iguales para toda la eternidad.
En la actualidad, Aidan Grivaldi, también conocido como Cupido o Eros, ha vagado por la Tierra durante casi seiscientos años enamorando a todo tipo de personas. Los receptores de sus flechas siempre han sido personas que él ha identificado y encandilado con mucha facilidad, sin embargo, cuando conoce a Briana, todo cambia de manera drástica para él.
Briana Laidhart es una joven adolescente que no es aceptada por sus compañeros, no tiene amigos y siente que sobra, no solo en su instituto, sino en el mundo. Es brillante, guapa y tiene una mente inquieta y curiosa. Su familia es caso a parte, pero su hermana pequeña es un amor.
Aidan solo tiene que lanzar su última flecha para lograr lo que anhela desde hace siglos, entrar en el Reino de los Cielos, pero Briana no se lo pondrá fácil.
Lo primero que me llamó la atención de esta historia fue la portada. Esos tonos amarillos, dorados y ocres cuarteados que la inundan, junto con el tÃtulo, me incitaron enseguida a leer la sinopsis, y entonces sà que quedé enamorada por completo de la nueva novela de Diana Moon publicada por HQÑ.
No suelo leer novelas románticas de fantasÃa, y menos si transcurren en dos épocas tan diferentes, pero la verdad es que no pude resistirme a lanzarme de cabeza a leer Eros, ladrón de corazones.
Es una novela con dos lÃneas temporales muy bien diferenciadas y con una ambientación muy cuidada para cada una de ellas. La historia transcurre, sobre todo, en la actualidad, sin embargo, tiene algunos capÃtulos que se desarrollan en la Italia de hace quinientos años. La autora ha incluido algunas cartas que nos dan a conocer a Giovanna y a Nastagio con mayor profundidad.
El personaje de Aidan me ha llegado al alma, su fuerza, su psicologÃa, el cariño y la ternura que tiene hacia Briana y la lucha interior constante en la que vive me parece digna de admiración.
Briana y su curiosidad innata, cómo se va abriendo poco a poco, desmontando todas sus creencias y confiando me ha parecido encantadora.
En cuanto a los personajes secundarios, me han enamorado Marcel, el amigo de Aidan, y Jane, la hermana pequeña de Briana, desde el primer momento. PodrÃa llegar a decir que la Mansión donde vive Marcel, es un personaje en sà mismo porque, sin llegar a tener vida, está repleta de ella. He podido cocinar en la cocina de la mansión, he paseado los pasillos repletos de puertas y descubierto todos y cada uno de los secretos escondidos en ella. Sin esa casa, la ambientación no hubiese sido lo mismo y, sin embargo, es mucho más que un escenario de la novela.
Diana tiene una prosa que te encandila, te transporta por distintas épocas y logra que, sin darte cuenta, disfrutes de todas las descripciones y detalles que te brinda a lo largo de la narración.
Es una novela de fácil lectura, con una narrativa de calidad y que te permite disfrutar de un rato de lectura repleto de romance, fantasÃa y aventuras terrenales y divinas. Me quedo con ganas de leer algo más de la autora.
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